martes, 27 de mayo de 2014

Hechizo contra las personas que nos desean el mal

Este hechizo es muy poderoso para cortar los males que nos hacen, pero si nos equivocamos de persona el hechizo no le hará daño ya que sólo se dirige contra personal que hacen el mal. Materiales a utilizar: Una figura de papel Un recipiente para quemar el carbón Una vela negra Una botellita de aceite para la limpieza Una vela blanca consagrada Un cordón Un incienso de limpieza Dos carbones activados Sal Agua Procedimiento: Siempre debemos limpiar el lugar donde vamos a hacer el ritual prendiendo incienso de limpieza sobre un carbón activado mientras decimo: “con el humo y el aire yo limpio este espacio de toda carga negativa” En una taza mezclar sal y agua y salpicar con esto alrededor de uno mientras que decimos: “Con la sal y con el agua yo limpio este lugar de todo lo malo” Invocar a los espíritus protectores diciéndolo tres veces: “Espíritus que me protegen, acudan a mí, ayúdenme a sanar del mal que me han enviado” Preparar el muñeco de papel (sacarlo del envoltorio y dejarlo al lado) en una lata o similar poner un carbón activado prendido, echar encima las hierbas. Tomar la vela negra y marcar el símbolo de Saturno en ella, poner en la vela con los dedos aceite y encender la vela pensando que el negro de la vela va a absorber toda la negatividad que hay en nuestra contra. Tomar la vela blanca y dibujar el símbolo del sol, tomar aceite con los dedos y pasarlo por la vela, encenderla, mirar la llama de la vela y pensar que la luz que irradia el color blanco es el camino libre de toda negatividad. Tomar la figura humana y comenzar a enrollar el cordón de algodón alrededor de ella hasta que esta cubierta si sobra cordón cortarlo y quemarlo. Mientras se hace esto hay que recitar lo siguiente y repetirlo hasta terminar de tapar la figura: “No podrás decir más daños, no podrás hacer más daño, no podrás causar más daño a nadie, por este hechizo tú estás atado, por nuestra voluntad tú estás atado, no podrás causar más daño a nadie, en este capullo tu morarás, hasta que te transformes y aprendas por ti mismo a no dañar”. Cuando termine de atar y recitar transporte a la figura humana hasta un sitio donde la pueda enterrar o quemar, sino que se debe visualizar enterrando o quemando el daño que emana de esa persona como una fuerza parecida a una neblina densa.

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