domingo, 5 de julio de 2015

Las profecias y los profetas

En los inicios de la humanidad siempre han estado presentes los profetas,la profecía del escritor francés Jacques Cazotte, que pronuncio durante una cena de gala en 1788 (de ser verdad) es una de las profecías más puntuales y precisas de la historia.


Profetas y profecías

Esta sucedió en los tiempos de la Francia prerrevolucionaria. Durante una reunión de gala en la casa de una familia aristócrata, donde el anfitrión era un noble que gustaba de invitar a intelectuales,
cortesanos, damas de la nobleza y miembros de la Academia Francesa, todos ellos con capacidades de buenos conversadores y fantástico humor, Cazotte, autor de la novela oculta. El diablo enamorado (Le Diable Amoureux), de igual forma era considerado dentro de estas reuniones.
Durante la cena de la citada reunión todos competían por ser los más intrépidos conversando, e insolentes ante cualquier tema.
Se comenzó a hablar acerca de la eminente revoluciona, todos coincidían en que era necesaria para barrer de una buena vez con las supersticiones y los fanatismos. Fue en ese instante cuando Cazotte callo a toda la concurrencia con estas palabras: “señoras y señores, no se preocupen, todos los aquí presentes verán realizarse esta revolución que tanto anhelan. Escúchenme bien porque tengo algo de profeta. Usted Monsieur de Condorcet, morirá en una fría celda tras haber ingerido veneno para burlar al verdugo. Y usted Monsieur Chambord, se cortara veintidós veces las venas pero no morirá al instante, sino algunos meses después. Ustedes, Monsieur Nicolai y Monsieur Bailly, morirán en la guillotina”. Todos murmuraran” este hombre está loco. ¿No ven que sus bromas son siempre así de macabras?” La Harpe alzo la voz diciendo a mí no se me ha predicho. Cazotte siguió “tu, te convertiras al catolicismo”. Todos los invitados rieron… “Si debemos esperar a que La Harpe se convierta, entonces no hay de qué preocuparse”. La duquesa de Gramont pregunto por la suerte que tendrían las mujeres; Cazotte le menciono: “Desgraciadamente, su sexo no le servirá de protección, ya que usted así como muchas señoras caminaran a la guillotina con las manos atadas a la espalda. Nadie se escapara de este baño de sangre, ni siquiera el rey o la reina. Yo mismo moriré en la guillotina.
El 2 de septiembre de 1792, los revolucionarios aprehendieron a Cazotte. Una vez puesto en libertad, le preguntaron que sentía de haber sobrevivido a su propia predicción, a lo que respondió: “no creo, en tres días me guillotinaran” y así paso.
La Harpe fue quien tomo y dio a conocer esta historia, como le fue predicho sobrevivió a la revolución y se convirtió en católico.
Al referirse Cazotte y a sus capacidades de adivinador, hablo así de un de los dones más antiguos de la historia: “Todas las épocas han tenido sus propios profetas, estas personas poseedoras de una segunda visión que les permite ver más allá, a través de los resquicios del tiempo. Algunos aseguran que este poder viene de Dios, otros sencillamente dicen tener poderes proféticos sobrenaturales que no son dados a cualquiera”.
Aunque no todos tienen el poder de la predicción, se ha recurrido a la adivinación, es decir, el arte de descubrir los acontecimientos venideros a través de símbolos y presagios, como son las mancias. Si bien la mayor parte de los sucesos naturales pueden ser predichos, como que el sol saldrá cada día, que en verano hará calor y con la ciencia de la estadística de igual forma se puede prever otro tipo de resultados, fuera del ámbito científico, en las sombrías tierras de lo paranormal, muchas personas confirman tener esa visión que no tienen científicos y sabios.
En 1901 el soldado John William Dunne tuvo por primera vez un sueño profético, al que le siguieron otros más. Dunne llego a la conclusión de que muchas personas tenían sueños premonitorios, pero que los olvidaban, o bien al despertar no entendían su significado. Dune, quien diseño el primer avión militar británico, escribió el libro An Experiment with Time.
Revela su teoría sobre que los sueños son una mezcla de pasado y futuro, y que cualquier persona por medio del análisis puede usarlos como herramienta de predicción. De igual forma asegura que el tiempo es multidimensional. Los hechos están antes de que ocurran y nosotros avanzamos hacia ellos, asimismo es que caminaremos hacia un objeto o nos movemos alrededor de él. Durante el sueño simplemente rompemos con la manera convencional de ver el pasado, el presente y el futuro en forma lineal.
Para el escritor británico J.B. Priestley, el escrito de Dunne era uno de los libros más curiosos, fascinantes y quizás de gran importancia de la época. Pero, otros lo juzgaron como una confusa combinación entre ciencia y filosofía. Pero lo realmente notable es que este soldado británico planteaba cuestiones del tiempo que eran motivo de investigación de los científicos de la época.
Con el planteamiento de su teoría del tiempo Dunne llego a la antigua polémica del destino frente al libre albedrio y con él, las conocidas interrogantes ¿el futuro esta predeterminado? ¿Es un conjunto de opciones? ¿se puede cambiar el destino?
Precisemos que “profecía pura” es cuando el visionario afirma conocer el futuro gracias a la revelación directa. En la larga historia de las visiones proféticas, la explicación más común es que a través de su boca habla Dios o los dioses.
La historia de los profetas, como se mencionó, es tan antigua como el ser humano. Los primeros profetas surgieron en Babilonia, donde a unos rey es supuestamente les fue dado por Dios el don de la predicción. En la epopeya de Gilgamesh (2000 a.C) el rey semidiós sueña con una inminente batalla sus enemigos firmaran la paz. Y tal como se le había advertido en el sue;o a Gilgamesh. Ocurrió.
El rey sumerio Emmendurranna, quien posiblemente vivió antes del diluvio universal, codifico una normativa del augurio. En la primer dinastía Ur (2500 a. C.) era considerablemente conocido el arte de la adivinación. En Egipto apareció una casta de sacerdotes que interpretaban los sueños, estos practicaban en los templos del dios del sol Amon-Ra en Napata. Los egipcios le llegaron a temer tanto a los sueños como a los espíritus.
La Biblia, sobre todo el Antiguo Testamento, contiene inmensidad de historias de profetas quienes gracias a la relación directa con Dios, les permitían afrontar el futuro con seguridad. Los videntes israelitas eran llamados nabhi (personas iluminadas por el espíritu de Dios), su función particular era enseñar, advertir y alentar a la población.
Los griegos tenían sacerdotes que celebraban ritos sagrados y sacrificios, mas no aconsejaban sobre temas personales ni de Estado. Cuando se requería de alguna consulta se dirigían a los oráculos, santuarios donde se formulaban las preguntas a los dioses por medio de la ayuda de un médium humano. Por toda Grecia se encontraban templos de este tipo, la mayoría consagrados a Apolo, hijo de Zeus a quien se relaciona más con la profecía. Uno de los templos más celebres es el oráculo de Delfos.
El imperio romano tuvo sus propios profetas y adivinos, pero no llegaron a la notoriedad de este oráculo. No fue hasta la caída de Roma y la llegada del cristianismo cuando la profecía volvió a tener importancia como en sus tiempos de gloria en el mundo clásico.
Los cristianos del oscurantismo, extasiados por el énfasis de la iglesia del pecado y la condena, fueron fácilmente influidos por las profecías. En el Libro de las revelaciones de la Biblia, predice mil años de justicia, durante la cual Cristo reinara en la Tierra. Muchos creyentes pensaron que al finalizar el primer milenio cristiano se presentaría el fin del mundo. A finales del siglo X, una serie de acontecimientos como eclipses de sol, un invierno principalmente duro, la erupción del Vesubio y plagas, hicieron que las personas se convencieran cada vez más del fatídico final de la humanidad.
A medida que se acercaba el nuevo año la gente era sometida más y más por el pánico, algunos vendieron sus pertenencias y caminaron en peregrinación a Jerusalén para esperar ahí a Jesús, algunos otros se reunían, con crucifijos en las manos, implorando la salvación. Cuando el nuevo año llego los temores desaparecieron y la vida cotidiana poco a poco se reanudo.
Sin embargo, la Iglesia siguió como centro de profecías. Una campesina francesa del siglo xv llamada Juana de Arco, afirmaba tener la cualidad de hablar con los ángeles y predijo la derrota de los ingleses y la restauración del rey de Francia. Tomo el liderazgo de la batalla y su profecía se cumplió. Murió traicionada por el rey y martirizada, más adelante fue canonizada como Santa Juana de Arco.
Una historia comenzó a circular desde el siglo xvIII, una adivina conocida como Mother Shipton, quien se dice nació en Yorkshire en 1488, hija de una bruja, con capacidades de clarividencia sin antecedentes. Predijo la caída del cardenal Thomas Wolsey, el hombre más rico e influyente de Inglaterra. Sus profecías fueron reveladas un siglo después de su muerte. Algunas de sus predicciones dicen: “Los carruajes irán sin caballo; los accidentes llenaran al mundo de infortunio; los pensamientos volaran rápidamente a lo ancho y largo de la Tierra, en un abrir y cerrar de ojos”.
Anuncio el fin del mundo para el año 1881. Según el periódico Notes & Queries en 1873, los versos de Mother Shipton habían sido elaborados por un editor británico, llamado Charles Hindley, quien en 1862 las transmitió como reedición de un escrito, que según él había aparecido en el año de 1684.
Después de estas predicciones dudosas, llega Nostradamus, a desvanecer cualquier duda acerca de los profetas.

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